La Declaración de Santo Domingo es la hoja de ruta para eliminar la violencia política hacia las mujeres en nuestro hemisferio

Jueves, 09 Mayo 2019

Santo Domingo. La ministra de la Mujer de la República Dominicana, recién electa presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres, clausuró la XXXVIII Asamblea de Delegadas de ese organismo, con un discurso en el que reiteró su compromiso con la agenda de los derechos de las mujeres políticas y la eliminación de la violencia hacia ellas, como era el eje temático escogido para el cónclave.

A continuación el texto. 

Es un honor para mí dirigirme a ustedes bajo esta nueva posición de Presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres 2019-2022, agradeciéndoles por la confianza que han depositado en mi persona, apoyándome para que pueda asumir tan digna posición.

La Comisión Interamericana de Mujeres, es una organización que ha sabido, desde su fundación en el año 1928, mantenerse como un referente en materia de defensoría de los derechos humanos de las mujeres para las Américas, siendo foro de debate y ayudando a promover políticas públicas que impulsen los derechos de las mujeres y el logro de la igualdad de género en las Américas.

De aquí que una de sus principales funciones es apoyar a los Estados miembros a promover el acceso, la participación, la representación, el liderazgo y la incidencia, plenos e igualitarios, de las mujeres en los ámbitos civil, político, económico, social y cultural.

En ese orden, esta asamblea que acaba de concluir, quiso poner su enfoque en revisar el estado de situación en que se encuentran el goce de los derechos políticos de las mujeres en nuestra región, por considerar que la participación política de las mujeres es la puerta de entrada al mundo del ejercicio del derecho y a su visibilización  en el espacio público como sujeta de derechos.

Es tan importante este tema, que las Naciones Unidas decidieron dedicarle una meta en específico en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en su meta 5.5, en la cual se solicita a los países: velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública. Esto nos confirma que la elección del tema de trabajo de esta asamblea ha sido más que correcta y nos va a dejar unos caminos para seguir recorriendo con el fin de alcanzar estos objetivos.

Siento satisfacción del trabajo que hemos hecho, sobre todo por la adopción de la Declaración de Santo Domingo, documento que desde ya consideramos como una hoja de ruta para eliminar la violencia política hacia las mujeres en nuestros países. En este documentos se establecen medidas tan importantes como:

  • Redoblar los esfuerzos para lograr la igualdad y la autonomía en el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres y el acceso a los cargos de liderazgo y toma de decisiones en todos los espacios de la vida pública y política en condiciones de igualdad y libres de violencia;
  • Impulsar reformas normativas y mecanismos para prevenir, sancionar y atender la violencia contra las mujeres en la vida política;
  • Alentar el diálogo político entre los Estados, promover el intercambio de buenas prácticas legislativas y otras políticas en materia de paridad de género en la política, y diseminar otras medidas para asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres en todas las esferas de la política conforme sus respectivos ordenamientos jurídicos internos;

 

Por mencionar algunos de los acuerdos que contiene el documento de declaración. Asimismo, también hemos logrado adoptar el Programa Trienal de Trabajo 2019-2022 de la Comisión Interamericana de Mujeres, el cual nos define las acciones y estrategias que serán desarrolladas durante los próximos tres años, para el logro de nuestros objetivos.

Este plan incluye metas tan importantes como son:

  • La Promoción de la igualdad de género y eliminación de la discriminación a través de impulsar la Institucionalización del enfoque de igualdad de género, diversidad y derechos en el trabajo de la OEA; los Derechos políticos de las mujeres para la democracia y la gobernabilidad; los Derechos económicos de las mujeres para el desarrollo integral y la Seguridad ciudadana desde un enfoque de género y derechos.
  • La Prevención y sanción de la violencia de género y el continuo fortalecimiento de la institucionalidad de la CIM.

 

Reconocemos que nos espera una ardua labor, pero por todo lo antes mencionado, pensamos que vale la pena aceptar el reto de llevar a cabo la implementación de los acuerdos que se han definido en esta Asamblea, ya que eso nos acercará a que nuestra región sea el referente a nivel global de ser una región libre de violencia, en todas sus formas, hacia las mujeres. Sé que cuento con el apoyo de cada una de ustedes, mis colegas que trabajamos para la misma causa en cada uno de los países de nuestra región. Reconociendo que el trabajo en equipo es la fuente más segura para alcanzar las metas y vencer obstáculos.

 

También aprovecho una vez más para darles las gracias por hacer el esfuerzo de haber venido a esta reunión y por la participación entusiasta que hizo posible el éxito de esta asamblea. Deseándoles un feliz retorno a sus hogares.

 

Muchas gracias!