Santo Domingo. En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Higiene Menstrual, los ministerios de la Mujer, Salud Pública, Educación, Juventud, así como el Servicio Nacional de Salud (SNS), el Voluntariado Universitario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), unieron esfuerzos para organizar el seminario “Salud menstrual: una deuda pendiente con las niñas, adolescentes y mujeres”, con el propósito de sensibilizar y concienciar acerca de la importancia de la higiene menstrual, así como promover el diálogo para abordar el acceso a insumos de salud menstrual como un tema relevante de derechos humanos.
Durante las palabras de apertura, la viceministra de Prevención de Violencia, Juana José Cáceres, manifestó que cuando se habla de igualdad, dignidad y calidad de vida de las mujeres y las niñas, es vital hablar de menstruación y de salud menstrual.
Destacó que la menstruación es un hecho biológico que tiene repercusiones fundamentales para la vida de las mujeres y las niñas, impactando de forma directa en su educación y salud, por lo que llamó a no desmayar en el trabajo conjunto para promover una menstruación digna y sin estigma.
Desde el 2014, por iniciativa de la organización alemana “WASH United” se ha elegido el 28 de mayo para evocar este día debido a que la duración media de los ciclos menstruales tienen un lapso de 28 días y porque las mujeres menstrúan cinco días al mes como promedio, siendo mayo el quinto mes del año.
En ese día se busca presentar la menstruación como el proceso biológico que es y abogar para que las mujeres menstrúen sin que sean excluidas, sin sentir miedo ni vergüenza y sin ser tratadas de manera inferior o estar expuestas a más vulnerabilidades. Asimismo, se trata de crear conciencia sobre la pobreza del periodo o la incapacidad para costear los suministros menstruales necesarios para mantener la salud e higiene con dignidad.
Durante el seminario se desarrollaron tres paneles enfocados en reflexionar e intercambiar experiencias, plantear iniciativas, buenas prácticas y propuestas para contribuir con estos desafíos desde el ámbito legal y de derechos, desde las políticas públicas y el sector privado.
En este sentido, se desarrolló el panel “Desafíos socioeconómicos y retos para las políticas públicas” que estuvo enfocado en la presentación de casos nacionales e internacionales referentes a las barreras socioeconómicas en la salud menstrual. El espacio estuvo moderado por Nisaly Brito, directora de Derechos Integrales del Ministerio de la Mujer y tuvo la participación del doctor Samuel Ledesma, asesor de investigación en la Universidad Iberoamericana (UNIBE); Laura Medina Perrucha, representante del Institut Universitari d'Investigació en Atenció Primària (IDIAPJGol) en España; Indyamara Machado de UNFPA BRASIL; Wendy de la Cruz, técnica docente Nacional del Ministerio de Educación y Cindy Pichardo adolescente activista por los derechos de las niñas y adolescentes.
Continuó el panel “Impuesto rosa, los insumos menstruales no son un lujo, son una necesidad”, que contó con la participación de Anahí Rodríguez, fundadora de Menstruación Digna México; Omar Fernández, diputado por la circunscripción No. 1 del Distrito Nacional, y Estefanía de la Cruz, moderadora y encargada del Departamento de Transversalización e igualdad de Género del Ministerio de la Juventud. En sus intervenciones los panelistas puntualizaron en el costo elevado de los productos de primera necesidad que múltiples ocasiones impiden a muchas mujeres en todo el mundo llevar un periodo menstrual de forma digna e higiénica.
El tercer panel del seminario se enfocó en “Mitos, realidades y buenas prácticas sobre uso de insumos de higiene menstrual”. En el mismo, Miosotis Batista, fundadora de Tinglar Eco Store, compartió experiencias sobre el uso de las toallas reusables y su impacto socioeconómico y ambiental. Además, Paola Tineo, CEO de la tienda eco amigable Zero RD, disertó sobre las razones para migrar a las copas menstruales.
El panel concluyó con los resultados de la intervención de higiene menstrual realizada a través del club de chicas Fabricando Sueños en la provincia de San Pedro de Macorís. Al compartir acerca de la evaluación de impacto, Jeannie Ferreras, oficial nacional de Programas de Género y Juventud de UNFPA, puntualizó que las niñas de este club recibieron toallas sanitarias reusables y 70% de ellas continuaba usándolas un año después, destacando cuán importantes y útiles habían sido para las chicas no solo las toallas, sino también las capacitaciones para su uso correcto y las orientaciones acerca de la salud e higiene menstrual.
“Espacios como este se hacen cada vez más necesarios, para promover la dignidad y bienestar de las chicas que suelen vivir su ciclo menstrual en situación de vulnerabilidad. Debe ser un compromiso de todas las personas y sectores, garantizar la salud sexual y reproductiva de niñas, adolescentes y mujeres, incluyendo aquellas que viven con algún tipo de discapacidad. Todas ellas tienen derecho a vivir la menstruación con dignidad y sin estigma”, indicó Sonia Vásquez, representante nacional UNFPA, en las palabras de cierre del seminario.