Ministra de la Mujer en su Calidad de presidenta de la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, inaugura Asamblea de Delegadas en Panamá

Miércoles, 25 Mayo 2022

La trigésima novena Asamblea de Delegadas de la CIM tiene como lema: Tendiendo puentes para un nuevo pacto social y económico liderado por mujeres

Ciudad de Panamá. Mayra Jiménez, ministra de la Mujer de la República Dominicana y presidenta de la la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, participó en la inauguración de la Trigésima Novena Asamblea de Delegadas de la CIM-OEA, junto a Luis Almagro, secretario general de la OEA, y María Inés Castillo de SanmartÍn, ministra de Desarrollo Social de Panamá.

En sus palabras inaugurales, la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, en su calidad de presidenta,  señaló que la CIM se nutre de un diálogo entre países, que permite establecer agendas y prioridades regionales, xomo ha ocurido frente a los retos que desencadenó la pandemia de la COVID-19 para las mujeres, entre los cuales se vio afectado el mercado laboral, donde la participación femenina en el 2020 experimentó, en la región, un descenso de 5 puntos porcentuales respecto al 2019, pasando de un 52,3% a un 47%, así como el incremento de la violencia y la sobrecarga de trabajo no remunerado.  

También se refirió a imperante necesidad de continuar ampliando los marcos legales y normativos, que permitan que las mujeres tengan poder real y no sólo nominal, así como a importantes documentos con los que se cuenta en la CIM, como el Protocolo Modelo para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en la vida política; la Ley Modelo Interamericana de Cuidados en la que se reconoce el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, al que las mujeres de la región dedican 3 veces más tiempo que los hombres.

La ministra de la mujer finalizó su intervención, haciendo un llamado a continuar trabajando en políticas para la consolidación de sistemas integrales de cuidados, reformas legislativas que fortalezcan la participación política de las mujeres, así como las medidas de prevención, atención, reparación y sanción de la violencia contra las mujeres, las adolescentes y las niñas, al tiempo que expresó que  las democracias sólidas son aquellas en las que las mujeres tienen una participación activa. 

En esta sesión inaugural, el secretario general de las Organizaciones de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, señaló que la creación de alianzas es indispensable para avanzar hacia el desarrollo sotenible y la inclusión de las mujeres, precisando que en pleno siglo XXI las Americas solo tienen a 2 mujeres en los más altos puestos de elección popular de sus gobiernos y que urge el diseño de políticas públicas de igualdad de género. 

“La declaración y el plan estratégico de la CIM 2022-2026 traza una ruta transformadora  no solamente a las relaciones de género, sino a la concepción del Estado y visiones feministas de la concepción de la autonomía económica, que tengan en el centro los cuidados y liderazgos que partan del enfoque de la paridad.  Desde su fundación la CIM ha sido el foco central de Las Américas para estos procesos sirvan de motor de cambio”, señaló Almagro.

Por su parte, la ministra de Desarrollo Social de Panamá, María Inés Castillo de Sanmartin, destacó en su intervención algunos hitos desde la creación de la CIM en 1928, como haber alcanzado el derecho al voto de las mujeres en todos los países de América, el derecho a postularse para cargos públicos;  el investigar, sistematizar y publicar información de las desigualdades e inequidades sobre las mujeres, dando pie a debates sólidos e impulsando  la definición de políticas públicas para garantizar los derechos de las mujeres y promover la igualdad.

En la inauguración de la Asamblea estuvieron presentes autoridades del más alto nivel de gobierno de Panamá, de la Suprema Corte de Justicia, del cuerpo diplomático acreditado en el país, organismos internacionales, congresistas y organizaciones de mujeres y de la sociedad civil.

La presidenta de la CIM resaltó que “en la medida en la que nuestros países continúen estrechando lazos y consolidando sus democracias, con la presencia de las mujeres como requisito obligatorio, lograremos revertir el rostro femenino de los indicadores sociales, políticos y económicos que nos colocan atrás y avanzaremos hacia sociedades en las que el presente y el futuro sea femenino”.