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Las empoderadas vendedoras de rosas, flores, bromelias y lirios

Lunes, 22 Abril 2019
Santo Domingo. - Una mañana de sábado la ministra de la Mujer recorrió algunas calles del Distrito Nacional. Lo hizo con la intención de interactuar con mujeres que cada día ganan el sustento propio y el de su familia. En una de esas calles, la Andrés Julio Aybar, hay un pequeño local lleno de flores, de todos los colores y tamaños. Ahí, 10 mujeres atienden al que llega buscando rosas, claveles, lirios, crisantemos y cualquier otra flor. Doña Oliva Peguero y Francisca Altagracia de la Cruz, son dos de las marchantas de la florería que hablaron con Janet Camilo, y le refirieron que empezaron ese trabajo desde la niñez.  Hace 40 años, cuando la calle aún se llamaba México y era de dos vías, que empezó Oliva, mientras que Francisca lo hizo 5 años después y a su vez, ambas heredaron el negocio de sus madres. Desde siempre, como le contaron a la ministra de la Mujer, han estado en ese bonito rinconcito que engalana el parqueo de Supermercados Nacional. Agradecen a la madre de José Cuesta, a él y a su esposa, María Isabel, quienes facilitaron ese espacio para que ellas, y otras mujeres más, ganen el sustento de sus familias: “sin coger la calle o trabajar en una casa de familia”. ¿Cómo es su día a día? Preguntó la ministra Janet Camilo. Francisca de la Cruz relató que su día comienza alrededor de las 5:00 de la mañana, hora en que se levanta para salir, desde el enchanche Luperón, a las 6:00 de la mañana hasta su negocio. “Antes, cuando mis hijos eran menores de edad y tenía que mandarlos a la escuela me levantaba más temprano para prepararlos a ellos y dejarles comida hecha”. A las 7:00 de la mañana ya está en su negocio, atendiendo a los clientes madrugadores, que los tiene, y allí hace su trabajo hasta las 9:00 de la noche. Su mirada se pierde y sonríe cuando recuerda que inició acompañando a su madre y, cuando ésta murió, se quedó junto a su hermana con el negocio que para ella lo es todo en la vida, pues le ha dado todo a su familia, y de ahí es que se gana el sustento de ella y el de sus hijos. En el puesto son diez mujeres que llegaron con sus madres y trabajan por turnos. Ellas ponen en práctica la sororidad, sin necesidad de que alguien le haya explicado esa palabra. Cuando una no tiene la flor que el cliente busca, la otra hace la venta. Francisca se siente una mujer empoderada: “Yo con el sustento de mi sudor he logrado todo lo que he querido”. Le contaron a Janet Camilo que aunque todas las flores se venden porque cada quien tiene su gusto, las rosas son las flores que más salida tienen. A Francisca, en particular, le gustan las flores, pero rara vez las lleva a su casa. “Las floreras casi nunca tienen flores en su casa, las llevan para fechas especiales como Año Nuevo y Nochebuena. Tienen flores artificiales en su casa”, dice. Y aprovecha y envía un mensaje a los hombres: “que por favor no maten tantas mujeres, que no se vuelvan locos, y si lo van a hacer que sea de amor, no para matarlas, que la mujer es el ser más querido que hay y debe de ser el ser mejor tratado, porque ella es quien le da la vida al hombre,  el hombre nace por una mujer, entonces el hombre debe darle todo lo mejor, no maltratarla, no matarla, no desaparecerla como hacen. Yo le pido a todos los hombres del mundo que traten bien a las mujeres, que le den amor y cariño, y no le den maltrato”. Doña Oliva Peguero le contó a la ministra Janet Camilo que lleva 40 años en el negocio, llegó al puesto con 12 años, de la mano de su mamá, que era vendedora de flores las calles. Igual que las demás, trabaja de 7 de la mañana a 9 de la noche y ha sabido cultivar, como cualquiera de las flores que vende, una clientela fija, como las demás. Cada quien tiene sus clientes y eso se respeta. Ante todo, las 10 vendedoras se apoyan una a la otra y sin firmar papeles, funcionan como una asociación. “Mi madre me enseñó a trabajar de florera, le agradezco por ello y he seguido su ejemplo, por mis hijos, a quienes he dado educación y preparación para una vida menos sacrificada. Ya son adultos, trabajan y me han regalado tres nietos”, apunta con sonrisa de satisfacción. Las rosas y los lirios son las que más se venden, aunque los lirios han bajado un poco porque la gente la asocia con los muertos porque la usan en las funerarias. Las flores, en su mayoría, vienen de Constanza, otras de Ecuador.

Ministerio de la Mujer informa línea mujer *212, las OPM y OMM estarán disponibles durante el asueto de la Semana Santa

Miércoles, 17 Abril 2019
Santo Domingo.- El Ministerio de la Mujer reitera su compromiso con la ciudadanía e informa que la Línea Mujer *212 estará disponible durante todo el asueto de Semana Santa, de modo que las afectadas y quienes sean testigos de un acto de violencia machista no duden en llamar y denunciar, bajo el lema ¡Usa el poder de tu voz para salvar vidas! Los servicios de asistencia del Ministerio de la Mujer son permanentes, motivo por el cual se anuncia que tanto el personal de la Línea Mujer *212, así como quienes laboran en las Oficinas Provinciales y Municipales de la institución, atenderá las llamadas y solicitudes realizadas durante el feriado, incluyendo el Triduo Pascual. A través de un comunicado de prensa, la ministra Janet Camilo invita a la ciudadanía a disfrutar del asueto con moderación. “Cada uno y cada una de ustedes es parte esencial del proceso de construcción de una sociedad dominicana pacífica e igualitaria. Regresen bien, que les esperamos el lunes para continuar esa tarea”. Camilo también instó a la población a ser parte de la solución y denunciar de manera anónima si saben o conocen de alguna mujer que sufra violencia, marcando desde teléfonos fijos los números de emergencia 809 689 7212 y la línea gratuita 809 200 7212. La Línea Mujer recibió 2,728 llamadas en el primer trimestre del 2019 y gracias a eso fue posible el rescate de 51 mujeres en alto riesgo por violencia machista. Durante el 2018 se salvó la vida a unas 489 mujeres que fueron rescatadas de forma urgente mediante una llamada a este servicio. Sobre la Línea Mujer La Línea Mujer *212 es un mecanismo de respuesta ágil, fácil de recordar y con el que se reduce el tiempo de marcado y se agiliza el proceso de atención y de ayuda a las víctimas de violencia de género y es atendido por un personal profesional, capacitado para dar respuesta eficiente y oportuna en cada llamada que se recibe. El código abreviado de cuatro dígitos *212, facilita el acceso al servicio telefónico que brinda asistencia a las mujeres afectadas por la violencia machista, se puede marcar desde cualquier teléfono móvil y está disponible las 24 horas del día, todos los días, en todo el territorio nacional, y trabaja en coordinación con las OPM, las OMM y las Casas de Acogida. Este servicio es posible gracias a un convenio de cooperación interinstitucional entre el Ministerio de la Mujer, la Oficina Presidencial de Tecnologías de la Información y Comunicación (OPTIC), el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones y las tres compañías telefónicas que actúan en el país y el objetivo principal es reducir los casos de violencia y feminicidios a través de la atención telefónica eficaz y oportuna. ¡Usa el poder de tu voz para salvar vidas!